Nunca creí en la felicidad hasta que me enseñaron lo que era
Siempre quise tener la felicidad que algunos tienen y no solo por tener materialismo sino de un cariño especial. Una felicidad tan válida para algunos que no saben y que aprenden a sonreír.
Sonrisas que contagien a los que pocos la encontraron y no la saben buscar. La felicidad que siempre intente, porque no sabía lo que era pensaba que era solo por tener algo de mucho valor, que se compra, pero comprendí que la felicidad no se compra, ni se vende, solo se intenta tenerla a través de mensaje que llega y lo hace feliz. Felicidad, la comprensión más verdadera y completa que solo se transmite con alegría y cariño.
Entrando al colegio, 7:30 hs, como siempre despertador más temprano cuando tardo un año y medio en vestirme y tomar el desayuno, porque me lo tenía que preparar yo misma. Entrando con mi hermana, que no la banco mucho, éramos como el agua y el aceite, cada una decíamos lo contrario de la otra, encima compañeras del mismo curso.
El preceptor guapo, pero muy salame con las mujeres, no le duraba un día una chica ni siquiera alumnas. Pero hubo alguien que me enseño a defenderme era él, si era él el único que me enseña curso de la vida con su filosofía, sus palabras que todas quedábamos tontas. Todas se iban menos yo que estaba en otra, dibujando piruetas en el pentagrama, en vez de notas musicales. Sentí que se sentó al lado mío, pero no le di por cabida.
Axel: Hay algo en que pueda ayudarte?- Lo mire y volví a mirar la hoja.
Milagros : No, por?.-Y justo vi al preceptor “macanudo” conmigo.- Creo que me tengo que ir.
Axel: Lo decís por él?.- Asentí con la cabeza de un si.- No, estamos haciendo nada malo.
Milagros: No importa, prefiero no tener problemas.- Junte mis cosas y me fui.
Lo esquive, pero una lagrima se me caía, hasta que me choque con mi amiga y la esquive. Era obvio que le iba a preguntar a el pero nadie sabía lo que pasaba. Hasta que corrí a la habitación, tire todo y me puse a llorar, nadie entendía el porqué.
Hasta que escucho el toque de puerta, no estaba para nadie. Hasta que asomo su cabeza y me di vuelta dándole la espalda.
Axel: Hey Mili…¿Necesitas un psicólogo?¿Palabra de filosofía?. No te puedo ver así, tengo algo para vos, que te gusta y lo comes cuando estas mal.- Me di vuelta y lo tome. Él se sentó en una silla, tomo un anotador y una lapicera.- A ver qué le pasa a mi paciente numero uno?.- Lo mire y me saco una sonrisa.- Necesito una sonrisa más linda que eso.- Definitivamente me hacia bien contar con él. Qué pena que sea un profesor y no un amigo.
Milagros: La vida me pasa. A veces tengo miedo de hacer cosas y equivocarme. No saber buscar la felicidad y estar enojada con ella y conmigo misma. De no estar plenamente decidida hacer lo que una chica hace a esta edad. Encontrar la felicidad todos los días.- Vi como su mirada era como un espejo.
Axel: Que difícil me la hiciste; A ver por donde empiezo, la felicidad no se busca ni se encuentra, se transmite a través de una sonrisa. La felicidad es uno de los elementos de la vida y no se da por el materialismo sino por su sonrisa y por sus palabras de aliento. Te doy un deber, busca la palabra felicidad, por lo que entiendas resumidlo con tus palabras y me lo entregas. Va?.- Asentí con la cabeza y se retiro.
Hasta que entro mi amiga a los gritos y saltando.
Milagros: ¿Que te pasa?.- Ella me miro y siguió saltando.- YA!!!!.- Vi como se sentó en la cama.
Lupe: Estoy feliz!!! Juan Ignacio me invito a la fiesta de hoy.- ¿Eso le daba felicidad?.- Vos vas?
Milagros: No, tengo que hacer algo que me pidió Axel.- Me miro sorprendida.- Buenooo… el profe Axel.
Lupe: Ah porque nunca le dijiste Axel.- Así lo llamaba cuando sabia que podía contar con el.- Que tarea te dio?.
Milagros: Buscar la palabra FELICIDAD, en el diccionario o libro y luego explicar lo que es. Anda vos.- Me llamo la atención de como me miraba.- ¿Porque me miras así?.
Lupe: Creo que Axel o el profe Axel, te hace bien. Le podes contar lo que no me contas pero no es por despecho, prefiero que él te aconseje que más sabe. Sos distinta cuando te veo con él, por más que no te importe él, te late el corazón a mil por hora, le tienes un sentimiento muy profundo.- Asombrada por los dichos.
Era cierto le tenía mucho sentimiento hacia él, no era enamoramiento ni nada era algo distinto como que una persona sencilla como el entienda los pasos de la vida.
Mi amiga se cambio y la ayude a buscar un vestido para que se luzca, la maquille y ya estaba lista. Era cierto la felicidad te lo dan y no la buscas.
Hice lo que me pidió Axel, mi amiga se fue y yo me quede escuchando música sola, la fiesta era abajo pero ni ganas de ir.
Escuche el toque de puerta y era él. Lo deje pasar, le di la hoja con la explicación y me dio un papelito que decía: “Y soy yo la paz cuando no puedes mas y libertad si te quieres escapar” Axel. Lo guarde en mi cuaderno, toco de nuevo la puerta y entro con una pizza grande de mozzarella con palmito una de mis favorita. Eso me trajo mucho más felicidad, tenerlo cerca me hace bien.
Por tus ojos que se clavan en mis ojos; Como si fueran espejos.